viernes, 24 de agosto de 2012

Manifiesto de los banqueros de 1892

Este corto texto lo copié una vez de una web que no recuerdo, y se supone que es un manifiesto escrito en 1892 por un grupo de banqueros de EE.UU.. Estimo que tiene verosimilitud, pues corresponde a la manera de hacer de los poderes financieros de estos últimos 100 años. Así que aquí dejo la traducción:

"Nosotros [los banqueros] debemos proceder con precaución y vigilar todos los movimientos que realicemos, pues la clase inferior de personas ya está mostrando signos de inquieta conmoción. La prudencia, por lo tanto, muestra una política de aparente cesión a la voluntad popular hasta que nuestros planes estén tan consumados que podamos declarar nuestros diseños sin temor a ninguna resistencia organizada. La Alianza de Agricultores y de los Caballeros de las organizaciones Laborales de los Estados Unidos deben ser cuidadosamente vigiladas por nuestros hombres de confianza, y hay que tomar medidas inmediatas para controlar a estas organizaciones en nuestro interés o quebrantarlas...

Los tribunales deben llamarse en nuestra ayuda, las deudas deben ser recogidas, los bonos e hipotecas ejecutadas lo más rápidamente posible.

Cuando a través del proceso de la ley, las personas comunes hayan perdido sus casas, serán más manejables y fácilmente gobernadas a través de la influencia del brazo fuerte del gobierno aplicado a un poder central de riqueza imperial bajo el control de los financieros más importantes. Las personas sin hogar no combatirán a sus líderes."

Como podemos apreciar, encontramos las típicas características que definen a esta clase social:
  • Desprecio por las "clases populares".
  • Uso del chantaje mediante sus herramientas de crédito financiero.
  • Disposición de los poderes políticos y judiciales a su antojo.
  • El engaño y la subversión como arma arrojadiza.
  • Infiltración en las organizaciones sindicales y políticas.
Aunque han pasado 120 años, este grupo elitista ha continuado con sus tácticas, cosa lógica porque les ha dado el resultado esperado. Esperemos que, al ir quedando al descubierto sus planes, poco a poco la gran mayoría de la población comience a poner las cosas en su sitio. Más vale tarde que nunca.

Señores banqueros: sabemos lo que habéis hecho, conocemos vuestras intenciones, el tiempo se os acaba.

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